SANTA MARÍA LA MAYOR

Las torres

La “Torre Julia” también llamada “torre vieja” está adosada exteriormente en el ángulo noroeste de la edificación y sigue un modelo románico. Realizada en granito, se estructura en cuatro cuerpos, el primero realizado en mampostería. En los tres superiores se abren vanos profusamente decorados y esquinas rematadas con baquetones. Los vanos del segundo cuerpo presentan arcos de medio punto concéntricos, uno exterior y otro más pequeño hacia el interior. En el tercer cuerpo se colocaron en cada lado dos arcos pequeños de medio punto, que van sobre tres pares de columnillas de fustes cilíndricos con basas menos rústicas que las del segundo cuerpo y capiteles que general repiten modelos vegetales o geométricos propios del románico.

Esta torre se deterioró considerablemente a lo largo del tiempo tanto que en 1871 el campanario tuvo que ser demolido. En el siglo XX se restaura siguiendo un minuciosamente grabados y fotografías de época. El cantero trujillano Antonio Serván esculpió en 1972 la insignia del Athletic Club de Bilbao en uno de los más de 50 capiteles existentes en el campanario románico.

Debido a los problemas estructurales de la torre Julia, a mediados del siglo XVI, el obispo Gutierre Torres de Carvajal, plantea la necesidad de levantar una nueva torre que debía concluir en media naranja “a imitación sus remates como el Real Alcázar de Madrid”. La obra se encarga a Sancho de Cabrera que ya contaba con gran prestigio como cantero de la diócesis placentina. La torre, de planta cuadrangular, se alza escalonada siguiendo proporciones antropométricas fieles a los postulados de Rodrigo Gil de Hontañón. La “torre nueva” constituye uno de los monumentos más interesantes del renacimiento extremeño. La fábrica concluye a mediados del siglo XVIII elevándose treinta y cinco metros de altura, siendo visible desde toda la ciudad.